domingo, 17 de junio de 2012

UNA LUZ EN EL DESVÁN


De princesas y príncipes… de nobles caballeros que rescatan a damas en apuros y enamoran con una mirada, una sonrisa, un beso… de eso trata la vida de más de una ingenua que, atrapada en su cuento, cree estar en el paraíso o intenta escapar de esa pesadilla.

Y es que ese sentimiento prohibido, eso que es solo una palabra hasta que aparece alguien que le da sentido y hace que una parte de tu ser (que muchos temen ‘prestar’) se exalte, que traspone tu vida y, mágicamente, hace que todo cobre o pierda sentido, es lo que, al parecer, mueve el mundo. 
Cada día contemplamos cómo  la humanidad camina, sin rumbo, buscando algo que ya tiene, pero se niega a ver... mendigando amor en cualquier esquina.

Dejaste de ser la princesa de aquel cuento y quizá no vuelvas a ser la de ningún otro, pero has aprendido a ser la protagonista de tu vida, a ser fuerte y a lanzar una sonrisa al viento cada vez que vuelva a sonar esa melodía que un día te hizo tan feliz y al siguiente encendió la fuente de tus ojos.
Y aunque no te expliques cómo puedes seguir latiendo algo roto serás valiente, comenzarás de nuevo, juntarás los restos de tu corazón,  abrirás una ventana en el desván y llenarás de luz tu alma.